Cuando morí,
me convertí,
en su ángel de la guarda.
Él no lo sabía,
pero yo siempre lo acompañaba.
A veces lo dejaba libre,
en otras intervenía bruscamente.
Era mi trabajo,
como su ángel.
Siempre cuide de él,
y ahora más aún.
Mi trabajo concluyó,
cuando él encontró a su primer amor.
Sabía el resto de la historia,
así que lo deje
con su ángel del amor.